
Sobre The Elder Statesman
The Elder Statesman es una marca de moda y estilo de vida de lujo con sede en Los Ángeles, conocida por sus vibrantes prendas de cachemira hechas a mano y una estética californiana distintiva que combina un estilo relajado con una artesanía excepcional. Fundada en 2007 por Greg Chait, la marca empezó casi por accidente. Chait, que había trabajado antes en una discográfica y no tenía formación formal en moda, se animó a explorar los tejidos tras recibir una manta de cachemira como regalo. Quedó fascinado con el material y acabó confeccionando sus propias versiones. Sus primeras creaciones llamaron rápidamente la atención de Maxfield, una exclusiva boutique de Los Ángeles, que agotó sus primeras existencias y le animó a continuar. Este inesperado estímulo supuso la plataforma de lanzamiento de lo que se convertiría en The Elder Statesman.
Al principio, la marca se centraba exclusivamente en mantas de cachemira de gama alta. La insistencia de Chait en utilizar únicamente los mejores materiales y en fabricar cada artículo a mano en pequeñas cantidades diferenció inmediatamente a la marca. Se abastecía de cachemira de regiones de confianza como Mongolia, Afganistán e Italia, seleccionando sólo las fibras de mayor calidad. Cada prenda se hilaba y teñía a mano en Los Ángeles con métodos respetuosos con el medio ambiente. Este meticuloso proceso permitió a la marca mantener un control total sobre la calidad, al tiempo que adoptaba prácticas sostenibles cada vez más importantes para los consumidores de lujo.
A medida que la marca crecía, también lo hacía su oferta. De las mantas, The Elder Statesman pasó a la ropa y los accesorios. Cada producto está impregnado de la misma atención al detalle y el mismo espíritu de individualidad. La ropa es conocida por su atrevido uso del color, sus alegres estampados y sus lujosas texturas, a menudo con diseños teñidos, rayas y motivos caprichosos como setas o palmeras. Estas prendas contrastan con los tonos apagados de la moda de lujo tradicional, lo que sitúa a la marca en una posición elevada y accesible a la vez, refinada pero con un fuerte sentido de la diversión.
En 2011, pocos años después de fundar la empresa, Chait abrió un estudio privado en West Hollywood donde solo se podía acudir con cita previa. Para entonces, The Elder Statesman ya se vendía en tiendas de lujo como Barneys New York, atrayendo a un número creciente de seguidores que buscaban exclusividad, calidad y una dosis de sol californiano en su armario. Al año siguiente, la visión de Chait fue reconocida en un escenario más amplio cuando ganó el premio CFDA/Vogue Fashion Fund, un prestigioso honor que elevó significativamente el perfil de la marca dentro de la industria de la moda.
The Elder Statesman siguió forjando su reputación mediante colaboraciones estratégicas y una imagen de marca coherente. En 2014, la empresa abrió su primera tienda independiente en West Hollywood. Diseñada en colaboración con Commune Design, la tienda reflejaba el espíritu de la marca, con interiores relajados y hogareños, suelos de madera de aliso, un jardín de cactus y un cálido techo de cobre. Este espacio físico permitió a los clientes experimentar el mundo de la marca de una forma más profunda y envolvente.
Las colaboraciones consolidaron aún más la posición de la marca como un actor con visión de futuro en el mundo de la moda. Destaca la colaboración con la NBA en 2016, que dio lugar a una edición limitada de prendas de cachemira con logotipos de equipos profesionales de baloncesto, una novedosa fusión de alta costura y ropa deportiva. En 2023, The Elder Statesman se asoció con UGG para crear una colección que combinaba las raíces californianas de ambas marcas, reimaginando el calzado característico de UGG con la sensibilidad lúdica y lujosa de The Elder Statesman.
A pesar de su crecimiento, la marca se ha mantenido fiel a sus valores. Cada colección se sigue produciendo en cantidades limitadas, a menudo con sólo 25 a 100 unidades por artículo. Los jerséis cuestan a partir de 800 dólares, y las mantas superan los 2.000 dólares. Estos precios reflejan no sólo la calidad de los materiales y la mano de obra empleada, sino también la resistencia de la marca a la producción en masa. En un mundo cada vez más impulsado por la velocidad y la escala, The Elder Statesman aboga por la paciencia, la individualidad y la sostenibilidad.
El propio Greg Chait encarna esta filosofía. Vive sencillamente en una modesta choza de la playa de Malibú, rodeado de las mismas mantas y jerséis que definen su marca. Su estilo de vida se basa en la autenticidad más que en el exceso, reflejando el lujo discreto que ha llegado a definir a The Elder Statesman. A lo largo de los años, la marca se ha granjeado fieles seguidores en todo el mundo, y sus productos están ya disponibles en más de 75 tiendas de todo el mundo, entre ellas Bergdorf Goodman, Mr Porter y otros importantes minoristas de moda.
The Elder Statesman sigue siendo una voz singular en la moda estadounidense, una marca que comenzó con una manta y se convirtió en un símbolo de sofisticación relajada, basada en la integridad, la creatividad y la artesanía.